lunes, 17 de mayo de 2010

La historia de la estandarización del euskara

El vasco (euskara) idioma del País Vasco (Euskal Herría) no es uno sino vario. Hoy se acepta que hay 9 variedades del euskera, y los son: el suletino, el bajo-navarro oriental, el bajo-navarro occidental, el salacenco, el alto-navarro meridional, el alto-navarro septentrional, el labortano, el guipuzcoano, el vizcaino.
A éstas 9 se podría añadir: el roncalés – una variedad que extinguió en el siglo XX , el alavés – pero con rasgos diferentes de otras variedades del euskera - se trata aqui de diferencias sobre tode en cuanto a la toponimia, pero también a los vocales residuales que son presentes el el castellano alavés.
Estas variedades del eusekera se engloba, divida, en 3 grandes grupos:
1. el oriental - con el suletino, el bajo-navarro oriental, el salacenco y el ya extinto roncalés
2. el central - con el alto-navarro septentrional y meridional, el labortano y el guipuzcoano
3. el occidental – sólo es el vizcaino
4. el bajo-navarro occidental - posición intermedia entre el grupo oriental y el central
5. El alavés (desaparecido) - entre los grupos occidental y central
El proceso de la estandarización del euskera, cómo de otras lenguas europeas, se inició en el siglo XVI. Había 2 factores. El primero fue el paulatino desmoronamiento del feudalismo, y por consiguiente el creciente interés por el estudio de la historia, la literatura y las lenguas nacionales. Las lenguas nacionales sirvieron cómo un soporte para la creacion de los estados. El segundo factor fue la Reforma protestante que proclamaba el uso de las lenguas propias de cada país. El latín perdía poco a poco su hegemonía. En cuanto al Euskal Herria fue la Baja Navarra que en la persona de su reina se convirtió al protentantismo, no por casualidad, entonces, la apología de la lengua vasca naciera en la Baja Navarra y el primer intento de la unificación proviniera precisamente de allí. El autor de la unificación linguística del euskera Joanes Leizarrega aunque originario de Lapurdi cómo sacerdote en la Baja Navarra justamente ahí en el año 1571 recibió el encargo de traducir el Nuevo Testamento al euskara. A pesar de todo eso al traducir el Nuevo Testamento Leizarrega se basaba sobre todo al labortano, intentando acercarse al bajo-navarro y al suletino. Se puede decir que la unificación del euskera septentrional fue una mescla del labortano, bajo-navarro y suletino, con cual el primero fue su medula. Así era en la zona septentrional de Euskal Herria, sin embargo, en la zona meridional que desde los comienzos del siglo XIII mantenía vínculos con Castilla, no se nota un interés por el uso de una forma escrita del euskara; la propia lengua fue sólo hablada, y para funciones más elevadas se había adaptado el castellano. La explicación por qué justamente el labortano era la medula fue, según algunos, el factor económico que se podía notar en la costa labortana desde el siglo XVI. Ahora bien, el hundimiento de la economía labortana en el siglo siguiente tuvo en consecuencia el disminuir de la importancia del dialecto labortano. Acabó que la variedad bajo-navarra se imponó a la labortana. Los suletinos formaron un grupo aparte. La consecuencia de la Revolución francésa fue que Lapurdi y los cantones occidentales de la Baja Navarra pasaron a formar parte del arrondissement de Bayona en tanto que los cantones orientales de la Baja Navarra y Zuberoa se integraron al arrondissement de Mauleón. El hecho que el suletino era una variedad relativamente homogénea le permitió convertirse en dialecto literario. En el año 1836 ha sido publicada la primera gramática suletina - Etudes grammaticales sur la langue euskarienne, obra de A. Abbadie y J-A. Chaho. Aunque la Revolución francésa proclamaba sólo el uso del francés, inmediatamente despúes de ella se llegó a intentas de reordenar la ortografía y elaborar unas normas acordes para el euskera que seguían (las normas) el modelo francés. Los ejemplos de ello son: Martin Duhalde y su obra Meditacioneac (1809), Darrigol y Dissertation critique et apologétique sur la langue basque (1827), Abbadie y Chaho y la gramática arriba citada (1836). Hay que destacar también J-A. Chaho quién en el peródico «Ariel» y, sobre todo, en su Dictionnaire basque, français, espagnol et latin (1856) se manifestó en favor de una reforma así como de la necesidad de elaborar un sistema ortográfico de todos los dialectos del euskara.
En cuanto a la unificación los pasos más firmes se dieron en la parte meridional de Euskal Herria, y ante todo en Gipuzkoa. La razón de ello era ya política ya económica. Con la política de Felipe V de Borbón vino la reactivación económica de San Sebastian, dónde justamente nació un fuerte movimiento de la revitalización del euskera. Los afiliados de este movimiento no favorizaban ningún de las variedades, algunos (cómo Larramendi el líder carismático) proclamaban el uso de todas, otros (cómo Cardaberaz) escribían en vizcaino. Pero el hecho que Gipuzkoa etsaba la más poblada región y que el dialecto gipuzkoano por su geográficamente posición central era fácil de comprender para el resto de vascoparlantes, le permitió a convertirse en una variedad linguística dominante, por lo menos en Hegoalde. Con el fin de III Guerra Carlista ha cambiado mucho: los fueros fueron abolidos, comienzó una masiva afluencia de inmigrantes provenientes en su mayoría de Castilla, la industrialización se elevó. Todo eso causó que la estructura económica alteró. En aquello tiempo Arana-Goiri proclamaba que cada una de las seis regiones vascas debería poseer su propio dialecto literario - seis, puesto que en ambas Navarras habría de sido formada una sola. Esta idea adquirió una gran fuerza especialmente en Bizcaia, dónde Arana-Goiri fundó su Partido Nacionalista Vasco. Puesto que el vizcaino estaba bastante alejado de otras variedades del vasco la unificación avanzó. Entre los partidarios del PNV era un sacerdote vizcaino R.M. Azkue quien querría servirse del gipuzcoano como base para la unificación. En juicio de Azkue el predominio del gipuzkoano resultaba de su índole linguístico –gipuzkoano era, en su opinión, un dialecto central y por eso el punto de encuentro de todos vascos, el número de hablantes del guipuzcoano era el más elevado, y junto con el labortano conataba con una notable tradición literaria. Pero para Azkue era imprescindible que la base del guipuzcoano para la unificaciíon iba con la incorporación de las otras variedades del euskera. La idea de Azkue fue un estímulo para la fundación en el año 1918 de la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia). Pero luego las opiniones el la Academia estaban divididas. Había disitintas propuestas incluso una siguienda el modelo clásico griego según que cada dialecto debería adecuarse para un género literario (p. ej. el vizcaino para la oratoria, el suletino para la lírica, el labortano para la comedia). El proceso de la unificaciíon fue sido parado por la española guerra civil (1936-39) y la II Guerra mundial (1939-45). Durante el tiempo de la dictadura fascista trajó una nueva llegada de inmigrantes en las provincias meridionales, en las septentrionales no; lo que causaba la elevación de diferencias entre ambas fracciones de Euskal Herria. El suletino seguía su propio camino. La divergencia se acusó en el año 1926 por la nuevea reorganización administrativa en Francia, cuánd Zuberoa quedó integrada en el arrondissement bearnés de Olorón, mientras que toda la Baja Navarra y Lapurdi se reagruparon en el de Bayona. En estas dos últimas provincias se ha evolucionado a una especie de koinè (es decir un dialecto común) que ha sido codificada en 1944 en la Grammaire basque por Pierre Lafitte, bajo la denominación de “bajo-navarro labortano literario”. En las provincias meridiales el guipuzcoano perdió su “fuerza”. Federico Krutwig lideró un activo grupo que desde principios de la década de los cincuenta propuso una vuelta al modelo de Leizarraga-Axular. El poeta Gabriel Aresti apoyaba lo que luego se denominaría “euskara batua” (= euskara unificado). Los primeros pasos hacia la constitución de esta variedad estándar fueron hechos en Bayona en el año 1963, el motor y director era J. L. Alvarez Enparanza "Txillardegi". El fruto del trabajo de este grupo fue un documento del 1964 ("Baiona'ko Biltzarraren Erabakiak") que despertó un vivo interés. Este grupo de gente reunido en Ermua 1968 elaboró un segundo documento ya más completo (Jakin: 1968, no 31-32). Finalmente Euskaltzaindia, en la conmemoración del 50 aniversario de su fundación, encargó al académico y prestigioso lingüista Koldo Mitxelena la redacción de un proyecto lo más detallado y concreto posible, realizado magistralmente por aquél (Euskera: 1968). Este modelo estándar se basa en las variedades centrales: guipuzcoano, alto-navarro y labortano. El trabajo de Michelena consta de 6 partes: 1. Fundamentos, 2. Ortografía, 3. Sobre la forma de las palabras (palabras vascas antiguas), 4. Neologismos y Préstamos, 5. Morfología (Nombres, Pronombre y Verbo), 6. Sintaxis.

2 comentarios:

  1. le blog de lafitte, grammaire basque, over blog

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  2. Hola,

    Quiero felicitar alguien en euskera (pero con el que se habla en la zona de Mondragón-arrasate) por su aniversario. Como se dice "feliz aniversario Oihan" o " felices 35, Oihan"?
    eskerrik asko

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